OCOTEPEQUE

Entre montañas y valles, se encuentran tesoros naturales que trascienden fronteras. Montecristo Trifinio, el parque compartido con los países vecinos, brinda una biodiversidad inigualable que cautiva a los aventureros y amantes de la naturaleza. La reserva biológica El Pital, otro tesoro oculto, invita a sumergirse en un oasis de naturaleza virgen y paisajes exuberantes, donde la vida florece en cada rincón. El emblemático peñón Cayaguanca, un símbolo de la región ofrece vistas panorámicas impresionantes y una presencia imponente que deja sin aliento a quienes lo visitan. Cada rincón invita a explorar la belleza incomparable de la naturaleza en su estado más puro, un llamado a la aventura que resuena en el corazón de Ocotepeque y más allá. 

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